Hoy os traigo una noticia algo sensacionalista, pero relevante, que me pasaron el otro día del periódico El País. A las afueras de Hong Kong, a unos 40km, se encuentra una zona llamada Shenzhen, donde están establecidas un montón de empresas de tecnología electrónica entre otros muchos sectores (DealExtreme tiene allí un almacén por ejemplo).
Muchos de los productos fabricados por empresas conocidas, son finalizados en fábricas de esta zona, debido al bajo precio de la mano de obra China. En esta zona está establecida Foxconn, una empresa que se dedica a montar diversos productos tecnológicos (la mayoría de sockets de placa base para conectar los procesadores son manufacturados por Foxconn) para muchas marcas, entre ellas Apple. La empresa cuenta con una plantilla 420.000 trabajadores. Hasta aquí todo normal, por todos es sabido que las empresas finalizan sus productos en China por los bajos costes.
La polémica surge cuando en las últimas semanas, 9 de sus trabajadores se suicidaron y otros dos más lo intentaron sin éxito. Al parecer con el encargo de producción del iPad, Foxconn presionó excesivamente a sus trabajadores para poder cumplir los plazos, y muchos de ellos se vieron desbordados ante la brutal carga de trabajo y minados por las condiciones a las que son sometidos.
Apple y más compañías que tienen contratos con Foxconn se han apresurado a declarar que vigilarán que se protejan los derechos de los trabajadores. El presidente de la compañía visitó la fábrica, rodeado de una alta seguridad, y asegura que se tomarán medidas al respecto para controlar el estado psicológico de sus empleados. Pero los empleados no se muestran conformes, y así lo demostraron manifestándose en la presencia de su presidente y declarando que son obligados a trabajar bajo condiciones infrahumanas.
Es una pena que en estos días se produzcan este tipo de incidentes facilmente evitables.
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